viernes, 31 de julio de 2009

REFLEXIONES.

En días pasados me enteré que el actual párroco de la Asunción, el Padre Juan, sacó a la luz un documento acerca del Señor del Sacromonte escrito por el sacerdote Hipólito Fortino Vera y Talonia que también tuvo a su cargo la parroquia arriba citada. Este sacerdote estuvo en Amecameca en la década de 1870-1880 y realizó actividades muy importantes para la comunidad de aquella época como fundar la primera escuela politécnica de Amecameca en donde se formaron músicos, arquitéctos e impresores. En la imprenta de Amecameca se imprimió una obra de su autoría titulada: ITINERARIO PARROQUIAL que describe todas las parroquias que se encontraban por donde pasaba el Ferrocarril Interoceánico que partía de la entonces flamante Estación de San Lázaro pasando por Los Reyes La Paz, Ayotla, Chalco, Cocotitlán, Temamatla, Tenango del Aire, Ayapango y Amecameca. De ese libro, el Gobierno del Estado de México publicó un facsímil que se encuentra en los textos de la Biblioteca del Estado de México, trabajo realizado por Don Mario Colín Sánchez, gran impulsor de la cultura del Estado de México. Al padre Fortino Hipólito lo visitaba con frecuencia otro gran hombre de letras, me refiero a Ignacio Manuel Altamirano, autor de novelas como: El Zarco, Clemencia, Navidad en las Montañas, etc. y que en un libro de bolsillo, titulado: Paisajes y Leyendas, publicado por Alianza Cien, escribe sobre: I El Señor del Sacromonte. II La Semana Santa en mi pueblo. III El Corpus. IV La fiesta de los Ángeles. Altamirano, al referirse al Padre Vera y Talonia, lo hace como: “mi excelente amigo y antiguo colega, cura actual de Amecameca y hombre entendido y erudito en materia de antigüedades, así como amante de la instrucción popular que él protege en su feligresía.”
Algo que también llama la atención es cuando describe la vegetación del Sacromonte: “… la bella vegetación que lo reviste tiene un doble carácter. El cerro en su parte oriental está cubierto de soberbios cedros de Líbano, y en su parte occidental de encinas majestuosas, sin que se dé el caso de que se mezclen. ¿Porqué este fenómeno? Se cree generalmente que los aires de la cordillera en que se alzan el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl favorecen el desarrollo de los cedros que pertenecen a una zona vegetal más fría, y que los tibios vientos del sur preparan, por esa parte y por el occidente, la tierra para hacer más fácil la conservación de la encina.” Este dato deberá ser tomado en cuenta para cualquier reforestación que se emprenda para embellecer el cerro del Sacromonte.
Como premio a la labor desarrollada por el Padre Vera y Talonia y como justo reconocimiento a su destacado humanismo y espiritualidad, después de haber estado en Amecameca fue nombrado PRIMER OBISPO DE CUERNAVACA.
Ojalá que el Padre Juan siga sacando a la luz más documentos que nos hagan conocer lo que hicieron quienes tuvieron la responsabilidad de guiar a la feligresía de Amecameca tanto en el aspecto espiritual como material. Cito al Padre Escalante Plancarte, autor de un libro sobre el Sacromonte y al Padre José Guadalupe Zárate, fundador de escuelas dirigidas por religiosas, originalmente pasionistas y tambiénconstructor del camino empedrado que actualmente permite que la gente pueda acceder al Santuario en automóvil.

Profr. Julián Rivera López.

No hay comentarios:

Publicar un comentario