miércoles, 30 de abril de 2008

REFLEXIONES 2

Og Mandino, escritor norteamericano ya fallecido fue autor de varios best sellers, entre otros el de “El vendedor más grande del mundo” en donde a una persona se le encomienda vender un manto de una sola pieza, pero no logra su objetivo porque en Belem se encuentra con una mujer que acaba de dar a luz a un precioso bebé que llora porque tiene frío. Él, compadecido le obsequia el manto a la madre para que cobije a su bebé. Emprende el regreso con la sensación de haber fracasado. Una estrella lo guía en su retorno. Haffid lo espera y cuando se da cuenta que es guiado por una estrella, no duda y decide entregarle los pergaminos que lo convertirán en el vendedor más grande del mundo. Dios premió su acción bondadosa.En ese libro, me pareció muy interesante la pregunta que hace: ¿Cuál es la diferencia entre los hombres que triunfan y los que fracasan? ¿Cuál es tu respuesta? Compárala con la que da el autor. Él dice que la diferencia entre los hombres que triunfan y los que fracasan son los hábitos. El que forma buenos hábitos triunfa, el que forma malos hábitos fracasa. Y si aceptamos que los valores universales a los que el hombre puede aspirar se adquieren por la repetición de hábitos, claro, con muchos trabajos, entonces tendremos que pensar que para que el ser humano se vuelva valioso, valga, se requiere de tiempo y esfuerzo.Vale la pena detenernos un poco a reflexionar sobre el alcance de esa pregunta y, sobre todo, la realidad y la veracidad de la respuesta.El ser humano se vuelve más valioso en cuanto adquiere más valores universales como: el amor, la cooperación, la felicidad, la honestidad, la humildad, la libertad, la paz, el respeto, la responsabilidad, la sencillez, la tolerancia, la unidad. ¿Qué opinas? Danos tu respuesta por escrito.
Profr. Julián Rivera López.

martes, 15 de abril de 2008

REFLEXIONES 1

En su obra, La República, Platón narra que Sócrates regresaba a Atenas con sus discípulos del Pireo después de haber asistido a ver unas pompas en honor de una diosa, iban haciendo comentarios acerca de qué les habían parecido y cuando pasaban cerca de la casa de Céfalo, éste se dio cuenta de que pasaban de largo, entonces mandó a sus hijos que le dijeran a Sócrates que pasara a visitarlo. Sócrates acepta, pasa a la casa de Céfalo que está revestido con una túnica y tiene coronada la cabeza con una guirnalda de flores pues había hecho un sacrificio a la diosa. Se saludan y Sócrates le dice que, a pesar de sus años se le veía muy bien. Sócrates pregunta: ¿Qué es lo que hace que una vejez sea feliz o infeliz? Se dan algunas respuestas como: la riqueza, la salud, mismas que son rechazadas. Siguen reflexionando y llegan a la conclusión de que lo que hace infeliz una ancianidad es el recuerdo de las injusticias cometidas durante la juventud.¿Qué opinas? ¿Cuál es la razón de esa afirmación? Esperamos tu respuesta por escrito con tus reflexiones.
Profr. Julián Rivera López.